Este no es el año para el ruido: los mensajes del Super Bowl cambian en una pandemia

Uno de los parches más codiciados en el chaleco de un comprador de medios es poner un anuncio al aire durante el Super Bowl.

Durante décadas, estos anuncios de televisión han obtenido índices de audiencia inigualables y se han convertido en forraje para más discusiones sobre mensajes de marca en el foro público que cualquier otro evento mediático planificado. Debido al Super Bowl, muchos de nosotros podemos identificar las marcas asociadas con el bebé que habla, los caballos Clydesdale, el eslogan "¡Dilly Dilly!" y gente cantando en una ladera soleada (sin siquiera ver el logo).

Como administradores de marca, aquellos de nosotros en la industria de la publicidad salivamos por cada corte comercial en lugar de cualquier cosa que suceda en el juego. Pasamos semanas antes y después hablando sobre qué marcas hicieron qué. Espero que este año no sea diferente en ese sentido. Sin embargo, considerando todo lo que trajo 2020, es comprensible que muchos anunciantes duden en poner su marca bajo escrutinio este año. Algunos de los principales anunciantes nacionales están rompiendo tradiciones de décadas y optando por no participar en este Super Bowl, mientras que otros están adoptando un tono mucho más moderado en el contenido de sus anuncios. A nivel local, tenemos muchos clientes que preguntan si las ganancias potenciales disponibles con los lugares del Super Bowl de este año valen el riesgo potencial.

Existe el costo obvio a considerar, que va desde $10,000+ por un spot para transmitir en un mercado pequeño hasta $5.5 millones para transmitir a nivel nacional. A eso se suma el costo de este año para la reputación de una marca si se entrega el mensaje equivocado. Considere cuidadosamente si el anuncio del Super Bowl de su marca podría interpretarse como un motivo de más preocupación y división en el mundo. Los mensajes que nos hacen pensar en ser más amables con los demás o que pueden transmitir información útil para ayudarnos a superar la pandemia pueden tener una mayor resonancia este año.

Mi orientación sobre la compra de un anuncio del Super Bowl es la misma que daría para cualquier ubicación en los medios: considere si la declaración que desea hacer llegará a su audiencia de manera efectiva en el contexto de la ubicación. El tono de su mensaje importa. El año pasado, plagado de disturbios sociales y crisis de salud pública, nos ha dejado en carne viva. Si no está seguro de cómo su anuncio podría resonar con la audiencia estadounidense el 7 de febrero, es mejor tomar asiento al margen.

Mi último consejo debería ser familiar para cualquier fanático de toda la vida de un equipo que está atrapado viendo a otros competir por la máxima gloria: siempre está el próximo año.